A la destilería Old Bushmills se le concedió la primera licencia oficial de la historia para destilar whiskey en el año 1608, en el condado de Antrim, Irlanda del Norte, en un pequeño pueblo a orillas del río Bush. Esta licencia fue otorgada por el rey Jaime I de Inglaterra, marcando el inicio documentado y legítimo de una tradición que perdura desde hace más de 400 años.
Bushmills es una de las pocas destilerías en Irlanda que utiliza cebada 100 % malteada para elaborar whiskey triple destilado, lo que le otorga su carácter distintivo, suavidad excepcional y complejidad aromática.
Se dice que la destilería va del grano al vaso, porque el whiskey irlandés Bushmills® se elabora íntegramente en el mismo lugar: cada etapa del proceso —desde la molienda hasta el embotellado— se gestiona de forma experta en la propia destilería, garantizando calidad en cada gota.